Fuente: Libertad Digital. Por Amando de Miguel
La verdad es que el uso ha consagrado la forma "presidenta", por mucho que la norma tradicional sea decir "la presidente". Puede que "la presidenta" suene mal, pero peor lo tiene "la caba", "la sargenta" o "la perita".
Debo advertir –una vez más– que mi título para encararme con esta seccionilla sobre la lengua no es el de licenciado en Gramática, sino el más humilde de escritor. De escritor que disfruta con las palabras. Aun así entiendo que los lectores que también escriben se planteen cuestiones prescriptivas. Mi obligación es contestar y así lo hago, aunque sea para arrojar más dudas. Pero que conste que, en esto de la Gramática, yo toco de oído. Claro que también intento aprender y mejorar. El conocimiento de una lengua no termina nunca.
Isidoro Félix Feito Gayo (Luarca, Asturias) anda a vueltas con la letra
La letra
En el resto de los casos la letra
Por lo demás, debe quedar a salvo que el español (a diferencia del catalán, el inglés y tantos idiomas) sólo tiene cinco vocales. Eso hace que su fonética sea muy clara. Lo negativo es que los hispanohablantes aprenden con dificultad las lenguas que tienen más de cinco vocales.
Juan y Edel Díaz me comunican su resistencia a esos nuevos vocablos femeninos como "presidenta" (por ejemplo aplicado a Cristina Fernández de Kirchner). Su argumento es que esa forma rechinaría en "cantante, capilla ardiente, estudiante, adolescente, paciente, etc.". La verdad es que el uso ha consagrado la forma "presidenta", por mucho que la norma tradicional sea decir "la presidente". Puede que "la presidenta" suene mal, pero peor lo tiene "la caba", "la sargenta" o "la perita".
Hug Banyeres insiste en que las dos formas verbales vendí y he vendido "significan absolutamente lo mismo". No lo dudo, pero lo que me interesa es que se elige una u otra según el medio en el que uno se mueve. Por ejemplo, cada vez que voy a Galicia, al llegar, veo el suelo mojado y pregunto: "¿llovió hoy?". De esa forma el interlocutor se relaja; entiende que es una forma de cortesía. Pero si digo "¿ha llovido hoy?" (que a mí me suena más familiar y correcta), el interlocutor se considera incómodo, extraño. Seguramente a un gallego el "ha llovido" le suena a la formalidad de los meteorólogos de la televisión. Por lo mismo, los gallegos no "se fueron" sino "marcharon" a otro sitio. Para mi oído esas variaciones son un regalo.
Susana Molledo me indica que, según la institución Fundéu (Fundación del español urgente), la expresión "sentarse en la mesa" es incorrecta, "a menos que se refiera al hecho de tomar una mesa como asiento". No estoy de acuerdo. Me baso en el oído que Dios me ha dado (que equivale al ojo clínico de los médicos). La autoridad del Panhispánico me parece incuestionable. Sostiene ese lexicón que "sentarse en la mesa" es una forma perfectamente correcta, tan válida como "sentarse a la mesa" (= sentarse frente a ella para comer, negociar, etc.). "Es más, cuando el sustantivo mesa lleva elementos especificativos, lo normal es usar la preposición en: se sentó en la mesa del fondo y pidió el menú".
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Rodrigo
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